o por qué RRHH debe involucrase en el proceso de co-creación de los contenidos formativos
¿Le suena? Si su respuesta es afirmativa, sabrá que corresponde a un anuncio de los 80, de una conocida marca de detergentes. Lo que quizá no sepa es que, gracias al éxito que tuvo este anuncio sencillo, contundente y directo, la compañía consiguió salir de la crisis en que estaba inmersa. ¿La clave? Transmitir confianza.
Para ello, y quizá recurriendo a aquello de Quien quiera peces, que se moje el culo…, el recién nombrado director general, Manuel Luque, apareció en pantalla, con su cargo rotulado debajo, Lo hizo desde un despacho modesto, vestido con un impoluto traje de chaqueta y rodeado de sus productos. No era un actor de físico imponente, sonrisa perfecta y voz engomada. Sino un directivo que, con un marcado acento canario, hablaba de innovación, experiencia, compromiso y orgullo de pertenencia a la marca. Finalmente lanzaba un reto al espectador: “si encuentra algo mejor, cómprelo”.
Y así, sin filtros, sin intermediarios, los españoles recibimos el mensaje publicitario directamente del máximo responsable de la compañía. ¿Cómo no creerlo? En solo tres años, la empresa pasó de estar casi quebrada, a ser vendida por 36.000 millones de pesetas a un grupo alemán.
¿Imagina conseguir una fórmula sencilla, contundente y tremendamente efectiva para el desarrollo de, por ejemplo, el plan de formación de su empresa? ¿Ser capaz de diseñar un protocolo que aporte valor tanto a los contenidos técnicos claves en su organización, como a otros de carácter transversal del tipo igualdad, liderazgo, trabajo en equipo o comunicación online? ¿Hasta que punto está dispuesto a “mojarse”?
Tranquilo que no le vamos a pedir que venda su alma al Diablo. Lo que le pedimos es que se involucre. La mejor forma de conseguir un plan de formación eficaz es la participación directa del departamento de RRHH. Su contribución en la co-creación de los contenidos es fundamental. Y no hablamos de conocimiento técnico, -porque es imposible ser experto en todo-, sino del conocimiento de la organización, de la plantilla y de las necesidades de cada uno de los departamentos.
A la hora de diseñar un contenido formativo es crucial conocer exactamente qué conocimientos y habilidades necesita adquirir el empleado. Es muy posible que ese conocimiento se encuentre dentro de la organización y RRHH es quién debe ayudar a encontrarlo. Puede aportar, además, su enfoque de la formación y ayudar a que esté alineado con la compañía.
En el caso de e-learning, los formatos en que se presentan los contenidos formativos, el tipo de imagen o grafismo, la forma en que se expresan y distribuyen los conocimientos debe adaptarse al personal de cada organización. En la actualidad hay mucha formación online enlatada que se puede contratar como compañía o de forma individual. Pero estos recursos sólo son útiles en casos muy concretos. Para conocimientos muy básicos, tipo “cómo sacar rendimiento a tu Excel”. Pero la formación que tiene como objetivo contribuir a un cambio en los hábitos, en el modo de trabajar o incluso en la cultura organizativa, requiere personalización. Necesita un trabajo arduo en el que el papel del departamento de recursos humanos es esencial. El éxito se consigue involucrando en el proceso creativo a quién más sabe a cerca de las personas que trabajan en la empresa. Que lideren el desarrollo del discurso y le impriman la impronta de un producto formativo innovador, basado en la experiencia, comprometido con los objetivos y, sobre todo, que genere orgullo de pertenencia.
Crear programas formativos online de alto impacto y muy competitivos, es ya una realidad en muchas organizaciones de nuestro país. La revolución de la formación online está en marcha. ¿Quieres formar parte de ella?
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